Las propiedades antioxidantes del CBD
Las propiedades antioxidantes del CBD
El CBD, el THC y otros cannabinoides podrían ser nuestros aliados en la guerra entre antioxidantes y radicales libres. La ciencia sigue probando sus propiedades antioxidantes y neuroprotectoras. La investigación ha mostrado resultados prometedores del CBD como medicamento contra enfermedades graves, así que ahora es momento de ensayos clínicos.
Toda criatura viviente alberga una guerra de por vida entre los antioxidantes "buenos" y los radicales libres "malos". Durante los últimos 20 años, esta guerra ha estado siempre bajo el punto de mira de los medios de comunicación. Como consecuencia, la población se ha preocupado y ha intentado aumentar la ingesta de verduras y frutas. Los radicales libres son malos para nuestra salud, o al menos esto es lo que entendíamos, pero desafortunadamente, tarde o temprano van a ganar la guerra. En este artículo vamos a echarle un vistazo a la batalla entre los radicales libres y los antioxidantes que constantemente habitan nuestro cuerpo, examinando si el CBD y otros cannabinoides pueden ser nuestros aliados.
LOS RADICALES LIBRES SON PARTE DE NUESTRO METABOLISMO
Los humanos necesitamos convertir la comida en energía para sobrevivr. Cuando nuestros procesos metabólicos crean energía, también generan desechos. Algunos de ellos son moléculas cuyos componentes bioquímicos contienen un electrón desemparejado, llamado, radicales libres. Los factores externos son los que suelen generar los radicales libres en nuestro cuerpo, como el estrés y las toxinas, ya sean inhaladas, ingeridas, inyectadas o absorbidas por la piel.
El electrón no emparejado en la molécula corrupta de los radicales libres atrae a otro electrón de una molécula sana, desencadenando así una reacción en cadena que nos deja un montón de moléculas deterioradas. Teniendo en cuenta que estas moléculas forman parte de nuestro tejido celular, en todas sus diferenciaciones, el resultado del proceso es tener uno o más órganos o partes del cuerpo envejeciendo más lentamente o incluso enfermando más rápidamente.
Demasiados radicales libres en el cuerpo, por cualquier razón, pueden ser el desencadenante de enfermedades menores y otras más graves como el cáncer, alzhéimer o párkinson, aterosclerosis, enfermedades cardíacas y derrames cerebrales. Por otro lado, todos sabemos gracias a la publicidad que nuestro envejecimiento natural e "inofensivo" de la piel es por culpa de los radicales libres. Las neuronas usan una importante cantidad de energía para realizar su trabajo. Esto crea radicales libres y un daño oxidativo a nivel neuronal, lo que lo lleva a un declive relacionado con la edad.
LA NECESIDAD DE LOS ANTIOXIDANTES
Un antioxidante es una sustancia natural que inhibe la oxidación, la reacción química que producen los radicales libres que dañan las células. Hasta cierto punto, somos capaces de producir nuestros propios antioxidantes, pero no los suficiente como para neutralizar todos los efectos nocivos de los factores externos como la contaminación, la comida basura, el humo y muchos más. Por eso es importante aprovechar una gran cantidad de antioxidantes de los alimentos, aunque sea difícil saber cuántos necesitamos en cada etapa de nuestra vida. Los antioxidantes son una parte importante de cualquier dieta para mantener una buena salud y un funcionamiento adecuado, ya que se ha demostrado que el daño a las células "oxidadas" nos provoca enfermedades y dolencias crónicas.
Los antioxidantes liberan electrones a los electrones solitarios de los radicales libres, creando así un par que estabiliza la molécula y previene el efecto de reacción en cadena que hacen los electrones robados de otras moléculas que degradan la funcionalidad celular. Los antioxidantes son sustancias como el ácido ascórbico (vitamina C), la vitamina E, glutatión, ácido lipoico, ácido úrico, carótenos y coenzima Q10.
Nuestra dieta debe estar siempre basada en frutas y verduras ricas en antioxidantes que ayuden a reducir la inflamación y el daño celular. Las plantas y frutas son más efectivas que los extractos o las moléculas sintetizadas, de la misma manera que los derivados de plantas enteras del cannabis parecen funcionar mejor que los cannabinoides aislados.
CÓMO ENTRÓ EL CBD EN JUEGO
Muchos estudios de laboratorio apoyan el CBD como antioxidante y químico neuroprotector. El efecto se supone que se produce a través de la activación de los receptores cannabinoides en nuestro sistema endocannabinoide. En 1998, un estudio realizado por Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU., demostró que el CBD y el THC tienen propiedades neuroprotectoras y antioxidantes.
Se expusieron cultivos de neuronas corticales de ratas a niveles tóxicos del neurotransmisor excitador de glutamato. Los estudios anteriores habían demostrado que la toxicidad del glutamato puede ser prevenida por los antioxidantes. En este estudio, se demostró que el CBD y el THC previenen el daño oxidativo inducido por el superóxido igual de bien o mejor que otros antioxidantes. Estos datos comenzaron a mostrar que el cannabidiol puede ser un agente terapéutico potencial para el tratamiento de trastornos neurológicos oxidativos, como la isquemia cerebral.
En el año 2000, el Instituto Nacional de Salud Mental llevó a cabo un estudio de seguimiento denominado "Antioxidantes neuroprotectores de la marihuana[1]". La investigación demostró que el CBD, el THC y otros cannabinoides actúan como antioxidantes[2] en cultivos neuronales al reducir la toxicidad por hidroperóxido en las neuronas. El cannabidiol fue superior tanto al alfa-tocoferol como al ascorbato en capacidad protectora.
En el año 2007, un estudio del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Roma, y los Departamentos de Psiquiatría y Farmacología Experimental de la Universidad de Nápoles, en Italia, confirmaron esos resultados previos in vitro con un modelo viviente, apuntando al CBD como una herramienta farmacológica prometedora capaz de atenuar las respuestas neuronales inflamatorias[3].
El Gobierno Federal de los Estados Unidos no esperó por estos y otros estudios recientes antes de registrar su propia patente en cuanto a los efectos antioxidantes y neuroprotectores de los cannabinoides, mientras que considera estrictamente ilegal la planta de cannabis. En 2003, el Gobierno de los Estados Unidos publicó una patente titulada "Cannabinoides como antioxidantes y neuroprotectores", afirmando que los cannabinoides son útiles en el tratamiento y profilaxis de una amplia variedad de enfermedades asociadas con la oxidación, como las enfermedades isquémicas, las relacionadas con la edad, inflamatorias y autoinmunes. Las patentes también afirmaban que se había descubierto que los cannabinoides limitaban el daño neurológico después de episodios isquémicos. Lo que el Gobierno de los EE.UU. va a hacer con esta patente no está nada claro. Puedes dejarnos tu opinión en los comentarios.
Las investigaciones son muy prometedoras, pero todavía están atascadas en las etapas preclínicas. Los estudios de laboratorio sugieren que los agentes antioxidantes del cannabis, como el CBD y el THC, podrían ser efectivos contra las principales enfermedades humanas, como los derrames cerebrales y traumatismos, o enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, párkinson y demencia. Desafortunadamente, no hay evidencia clínica basada en criterios científicos y estamos lejos de un tratamiento farmacológico con CBD u otros cannabinoides para estas enfermedades.
Sin embargo, está ampliamente demostrado que el CBD, junto con los derivados del cáñamo y el cannabis, representa un complemento nutricional de amplio espectro eficaz. Muchos afirman que el CBD es un antioxidante más poderoso que la vitamina C y E. Basándonos en lo que la ciencia nos ha enseñado hasta ahora, podemos asumir que en realidad tiene el potencial de combatir los radicales libres durante nuestra vida, y que la mayoría de métodos para tomar derivados del cannabis podrían proporcionar efectos antioxidantes y protectores. Podemos vaporizar, tomar pastillas o aplicar gotas sublinguales de aceite de CBD para beneficiarnos de las propiedades antioxidantes de los cannabinoides a nivel sistémico, mientras que las cremas y bálsamos con cannabis liberan compuestos antioxidantes por vía tópica en las capas profundas de la piel.
Fuentes Externas
Neuroprotective antioxidants from marijuana. - PubMed - NCBI https://www.ncbi.nlm.nih.gov
Cannabidiol and (−)Δ9-tetrahydrocannabinol are neuroprotective antioxidants https://www.ncbi.nlm.nih.gov
Cannabidiol in vivo blunts β-amyloid induced neuroinflammation by suppressing IL-1β and iNOS expression https://www.ncbi.nlm.nih.gov
Descargo de responsabilidad:
este contenido está destinado únicamente a fines educativos. La información ofrecida procede de investigaciones recopiladas por fuentes externas.
agrega comentario